lunes, 19 de enero de 2015

ANTECEDENTES ESPAÑOLES DEL NACIONALISMO-REVOLUCIONARIO


En nuestro país el referente más lejano, pero no por ello menos trascendente, lo constituyen las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) que, fundadas en 1931 por Ramiro Ledesma Ramos (1), bien puede considerárselas como la primera manifestación del nacionalismo revolucionario español. La fusión, a primeros de 1934, de la organización de Ledesma con la Falange de José Antonio Primo de Rivera, frustró sin duda lo que podía haber sido un movimiento político de envergadura y con una amplia base obrera, pues los proyectos revolucionarios de Ledesma pasaban necesariamente por arrastrar a la CNT e incluso a sectores disidentes del comunismo (Andreu Nin y Joaquín Maurín) al campo del nacionalismo.

Tras la guerra civil, y ya desde los primeros años del régimen franquista, varias serán las organizaciones que, desde distintas posiciones y estrategias, tratarán de recobrar desde la clandestinidad lo que acertadamente consideraban como la revolución traicionada. Entre esas intentos frustrados citaremos, aunque no fueron las únicas, a las Juntas de Acción Hispánica (JAH), las Juntas de Acción Nacional-Sindicalista (JANS) y un serio intento de reconstrucción de las JONS entre los años 1958 y 1959.

En la década de los sesenta serán varias las organizaciones que, independientemente de su impronta sindicalista revolucionaria y ante la patética derechización de la Falange oficial, sufrirán un fuerte giro a la izquierda. Entre aquéllas se destacaron por su activismo el Cículo "Manuel Mateo" (CMM), fundado a finales de 1961 y núcleo originario, dicho sea de paso, del sindicato Comisiones Obreras (CCOO). En marzo de 1963, surge el Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES) de la mano de Nicolás Poveda, Sigfredo Hillers y Ceferino Maestú que dará lugar, al año siguiente y encabezada por este último, a la Unión de Trabajadores Sindicalistas (UTS), que ya no era propiamente una agrupación de ideología nacional-sindicalista, sino abiertamente sindicalista-revolucionaria (2). Distintas derivaciones de éstas organizaciones citadas darán lugar a grupos a los que ya podemos definir sin ambages como de izquierda revolucionaria,tales como la organización Solidaridad, fruto de la fusión de distintas facciones de la UTS, el Frente Sindicalista de Trabajadores (FST) y militantes anarcosindicalistas, dirigida por Félix Carrasquer y que acabrá en las filas de la CNT (3); el Frente Sindicalista Revolucionario (FSR), dirigido por Narciso Perales, antiguo dirigente falangista y destacado opositor al Régimen franquista, al que con posterioridad veremos apadrinar a FE de las JONS (auténtica) de los años setenta (4); o los núcleos que, del falangismo de izquierda, pasarán al comunismo, fundamentalmente al trotskismo y al maoísmo (5).

NOTAS:

1.- Sobre Ledesma Ramos es imprescindible la lectura de Tomás Borras, Ramiro Ledesma Ramos, Editora Nacional, Madrid, 1971; José Ma. Sánchez Diana, Ramiro Ledesma Ramos. Biografía política, Editora Nacional, Madrid, 1975; y José Cuadrado Costa, Ramiro Ledesma Ramos, un romanticismo de acero, Barbarroja, Madrid, 1990.
2.- La UTS fue el precedente inmediato de la Confederación de Trabajadores Independientes (CTI), sindicato que surgió a mediados de los años setenta, en plena transición política. La UTS se alineará, desde un principio, con el resto de sindicatos clandestinos. Así, por ejemplo, en 1971 aparecerá un manifiesto conjunto de amplia repercusión firmado por la UGT, la CNT, el FST, la OSO y la UTS, v. Juan Gómez Casas, Los cruces de caminos, CNT, París, 1984, p. 90.
3.- J. Gómez Casas, op. cit., p. 109.
4.- J. Gómez Casas, op. cit., p. 117-8. El FSR se embarcó a mediados de los setenta en la reconstrucción del Partido Sindicalista, tratando así de recoger el legado del diputado y dirigente anarquista Ángel Pestaña, pero esta iniciativa fue efímera y la mayoría de sus dirigentes acabarán por ingresar en la CNT. Otro grupo de orientación anarquista e influidos por el pensamiento de Max Steiner y Bakunin fue la organización Bandera Negra, fruto precisamente de una escisión -en 1972-del FSR, v. Benito Sanz Díaz, L'oposició universitaria al franquisme, Valencia 1939-1975, Universidad de Valencia-DISE, Valencia, 1995-6, p.
5.- Conocido es el caso del grupo llamado Cinco Rosas de Madrid, de carácter nacional-sindicalista de izquierda que, encabezado por Manuel Guedán, acabará en la ORT, o la presencia de jóvenes falangistas catalanes, a principios de los años setenta, en la fundación de la LCR en Barcelona.

Extraído de Fascismo Rojo, del Colectivo Karl-Otto Paetel.

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