Por Álvaro Astray
Dos fotografías de una misma marcha anti-imperialista organizada por nacionalistas franceses.
Una de las primeras preguntas que un
extraño suele preguntar a un militante de algún grupo de “Tercera Posición” (usaremos este término pese a no gustarme en
demasía, por su inconcreción teórica) es “¿en qué se diferencia vuestro socialismo del socialismo marxista?”.
A pesar de las enormes diferencias, la respuesta del “tercerposicionista”,
sobre todo el que no está muy formado suele dar es: “en que nosotros somos patriotas y ellos no, ellos son
internacionalistas”. Nos debemos preguntar ¿es esta respuesta correcta? La
respuesta es “no”. O al menos no del todo. Pasemos a explicarlo más
profundamente.
Empecemos con la teoría, y después
pasemos a los casos prácticos. ¿Qué es para el marxismo-leninismo el
internacionalismo?: “Ideología de la
solidaridad entre proletarios y trabajadores de todos los países […] En el
internacionalismo proletario se combinan orgánicamente el amor del proletariado
hacia su propia Patria, el anhelo de verla libre del yugo de clase y de toda
opresión, con el apoyo de la lucha de los trabajadores de los otros países […]”
(1) Como podemos comprobar, el internacionalismo considera como fundamental
el patriotismo. Lo que no es el marxismo-leninismo es nacionalista, ideología
que considera burguesa y nacida del triunfo de esta clase tras la Revolución
Francesa, pero es patriota. Esta misma diferenciación, es decir, considerarse
patriota y no nacionalista es la que tenía el nacional-sindicalismo español: “[…] nosotros no somos nacionalistas, porque
el nacionalismo es el individualismo de los pueblos […]” (2)
Es sobre todo a partir de la conquista
del poder de los primeros Estados por los partidos comunistas cuando el
marxismo-leninismo toma la realidad del patriotismo. No olvidemos que para
ganar la Segunda Guerra Mundial, Stalin inflamó los ánimos patriotas,
recibiendo el nombre de Gran Guerra
Patria aquel conflicto bélico, que además de ideológico se presentó como
una invasión de una potencia extranjera.
Además de en la práctica, en más
teoría marxista-leninista encontramos defensa de la Patria y en contra del
mundialismo, como por ejemplo en la definición de cosmopolitismo, del que se
dice: “Teoría burguesa que exhorta a
renunciar a los sentimientos patrióticos, a la cultura y a las tradiciones
nacionales en nombre de la «unidad del género humano». El cosmopolitismo, tal
como lo propugnan ideólogos burgueses contemporáneos, expresa la tendencia del
imperialismo al dominio mundial. La propaganda del cosmopolitismo (de la idea
de crear un gobierno para todo el mundo) debilita la lucha de los pueblos por
su independencia nacional, por su soberanía como Estado. El cosmopolitismo es
incompatible con el internacionalismo
proletario que armoniza orgánicamente la comunidad de intereses
fundamentales de los trabajadores de todo el mundo con su amor por la patria,
con el espíritu del patriotismo popular.” (3)
Además del ya mencionado caso
soviético, vemos que en todos los países donde se ha implantado un sistema
socialista, marxista-leninista o próximo a él, se ha fomentado el patriotismo.
Véase Cuba, China, Vietnam, Corea del Norte o incluso en los países donde
actualmente están implantados gobiernos socialistas como en Venezuela. Esto no
ha hecho que dejen de lado el internacionalismo, como el que realiza Cuba al
enviar médicos a naciones más desfavorecidas. Tampoco olvidar el ejemplo del
Che Guevara, que a pesar de combatir por medio mundo por su idea, no dudaba en
pronunciar su famosa frase “Patria o
Muerte”.
Ahora debemos preguntarnos ¿es esta
interpretación lejana al “tercerposicionismo”? La respuesta vuelve a ser “no”.
Si bien no todas las ideologías de la “Tercera Posición” practican esta teoría,
son muchas las que sí. Un ejemplo de ideología que no realiza esto es el
nacional-sindicalismo español, que salvo el caso de Javier Iglesias (4) y pocos
más, se ha centrado en España.
Muchos fascistas o
nacional-revolucionarios hacen suyo el lema de “Mi Patria está allí donde se combate por mi Idea” (5) ¿Acaso se
diferencia esto del concepto internacionalista del marxismo-leninismo? No.
También tenemos ejemplos de fascistas
o nacional-revolucionarios luchando en conflictos armados extranjeros: como en
Ucrania (en un bando y en otro) o anteriormente en Yugoslavia, África,
Afganistán (6) o Palestina. No hay que olvidar que Roger Coudroy, militante de
Joven Europa, fue el primer europeo caído en la defensa de Palestina.
Incluso hoy en día, diversas
organizaciones nacional-revolucionarias y fascistas de toda Europa hacen suya
la lucha extranjera, como la Palestina, la del Tíbet, e incluso los más
atrevidos, la del socialismo hispanoamericano. Por ejemplo, Casapound Italia
muestra su apoyo a la causa Karen, y no solo en Italia, sino trasladándose
incluso a Birmania. Otro ejemplo son las
marchas anti-imperialistas organizadas por grupos terceristas en toda Europa,
como el Día Antiguerras en Alemania.
Por ello, concluyo que gran parte de
la militancia tercerista europea comparte el mismo mensaje internacionalista
que el marxismo-leninismo -llamándolo simplemente, anti-imperialismo-, si bien, no se ha sabido, o no se ha querido, explicar con
anterioridad, puesto que caen muchos mitos.
Notas:
(1) Definición del concepto
“Internacionalismo Proletario”, Gran
Enciclopedia Soviética, página 345.
(2) José Antonio Primo de Rivera, Discurso en el cine "Madrid",
en Madrid el 17-11-1935.
(3) Definición de “Cosmopolitismo”, Diccionario soviético de filosofía, Ediciones
Pueblos Unidos, Montevideo 1965, página 89.
(4) Javier Iglesias fue un falangista
español que se trasladó a Argentina, militando en el peronismo de izquierdas y
que fue asesinado por la policía menemista.
(5) Incluso en canciones de grupos de
rock fascistas la encontramos, como en la canción Patria, de los italianos
Ultima Fontiera, donde dice literalmente: «La
mia patria è là dove si combatte per la mia idea»
(6) Como por ejemplo Almerigo Grilz,
quien fue un alto cargo del Fronte della Gioventù y luego luchador por medio
mundo, y que finalmente murió en Mozambique.
Grandioso artículo. Enhorabuena por el trabajo.
ResponderEliminar¡Gracias por los elogios!
EliminarTuve un problema enviando el comentario y no sé si se habrá enviado correctamente, así que lo vuelvo a escribir.
ResponderEliminarSacado de La doctrina del fascismo:
"como son ajenas al espíritu del fascismo, aunque las acepte en la medida de la utilidad que pudieran tener en determinadas situaciones políticas, todas las construcciones internacionalistas y societarias, las cuales, como demuestra la historia, pueden disiparse al viento, cuando elementos sentimentales, ideales y prácticos mueven a tempestad el corazón de los pueblos"
De lo que deducimos que podemos servirnos de relaciones internacionales para beneficiarnos en el plano geopolítico, pero no tenerlas como meta en sí.
Por otra parte, basar la patria en una idea como plantea el texto, implica aceptar que nace de ella y que no es anterior a ésta, en otras palabras: materialismo histórico, pues la desvirtúa a la categoría de organización artificial.
El fascismo ha evolucionado desde los años 20. Por ejemplo con el tema imperialista.
EliminarLo que el autor de este artículo plantea es cómo tras la II GM los movimientos llamados como neofascistas abandonaron en su mayoría las tesis imperialistas, que dieron paso a un sentimiento de solidaridad entre los pueblos. El mayor ejemplo de esto es el de Jean Thiriart y Jeune Europe, una de las primeras organizaciones que apoyaron la lucha antisionista del pueblo palestino y la lucha de liberación de los países del tercer mundo. Duprat también aporta en esta lucha solidarizándose con el llamado socialismo árabe o Baath, tanto que es uno de los primeros que difunde este ideal por Europa. Este tipo de solidaridad más allá de las fronteras nacionales se corresponde con lo que Carlo Terracciano llama Inter-nacionalismo, una revisión del concepto marxista de internacionalismo basado en la necesidad de establecer vínculos solidarios entre las naciones para poder combatir al capitalismo desde un plano Global pero en el que los pueblos sigan manteniendo a su vez sus identidades culturales y nacionales, diferente al concepto marxista de unidad del proletariado mundial contra el capitalismo (y que como muy bien señala el autor, los soviéticos no lo oponían al patriotismo)
EliminarPor otra parte quiero corregirte un error que es demencial. Decir que la concepción de la patria como idea es materialismo histórico es una contradicción filosófica en sus propios términos. El materialismo histórico se opondría a considerar a la Patria una idea puesto que esto supondría caer en el idealismo o incluso el realismo filosófico, doctrinas opuestas al diamat y al materialismo histórico. El materialismo histórico apoyaría que el origen de la nación o la patria, nace de unas relaciones de producción determinadas así como del dominio de clase (burguesía en la actualidad) no de un idealismo abstracto ni de un romanticismo nacionalista. Por eso los marxistas diferencian entre nación burguesa y nación oprimida sin derecho de autodeterminación y por eso Iosif Stalin teoriza sobre cómo el socialismo da lugar al surgimiento de nuevas naciones no burquesas que antes eran oprimidas.