Por Camilo Cienfuegos
Fui a la Revolución porque sabía, estaba muy consciente de que Cuba necesitaba de esa Revolución, que Cuba necesitaba no solamente de la caída del dictador, sino que Cuba necesitaba de esta Revolución que hoy tenemos, para que en Cuba algún día hubiera justicia social y para que algún día, que es este que hoy estamos viviendo, el pueblo de Cuba viviera con plenos derechos y los ciudadanos de esta tierra nuestra no fueran los hombres esquilmados y los hombres siempre explotados.
Todos los obreros, todos los trabajadores, todas las distintas partes del pueblo, deben unirse cada día más. Es la unidad, el triunfo. En la unidad está la verdadera consolidación de la Revolución y de la libertad que hoy disfrutamos.
Este es un ejército político, y que se entienda bien la palabra política, no de la política miserable, la política sucia, la política mezquina que se ha hecho en Cuba por más de 50 años. Este es un ejército idealista, que velará por los intereses del pueblo, que se meterá donde tenga que hacerlo para evitar que la inmoralidad, la desvergüenza, el desprestigio y el deshonor caigan sobre todos.
Estamos dispuestos a, con el mismo uniforme, arar si fuera preciso, para que Cuba crezca, para que Cuba florezca, para que la Reforma Agraria sea un hecho positivo, ejemplo de los demás países hermanos para salir de la miseria esta que hemos vivido por más de cincuenta años.
Fragmentos de sus discursos
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