Por Adrián Salbuchi
Estado Islámico… ¿Quiénes son sus enemigos? ¿A quiénes más odia? ¿A
quiénes ataca con mayor virulencia y sadismo? Tan o más importante: ¿A
quiénes NO ataca? ¿A quiénes ignora y deja tranquilos?
Primeramente, “EI” centra sus peores ataques contra aquellas zonas de
Irak y Siria que NO se encuentran bajo el control de títeres pro-EEUU.
Notoriamente, concentra sus ataques contra el gobierno sirio de Bashar
al-Assad al que le ha quitado varias gobernaciones sirias incluyendo la
de Aleppo.
“EI” hace un llamado a la “Guerra Santa” contra el Irán chiita, y
también contra Rusia que apoya firmemente tanto a Irán como a Siria; ¡Incluso, “EI” trató de sobornar a Rusia para que cambiara de bando y se le uniera para juntos destruir a Irán y Siria! “EI” ataca ferozmente a kurdos y a cristianos de distintas
denominaciones en toda la región, apuntando casi exclusivamente a sus
poblaciones civiles y religiosas.
ISIS: No; no hablamos de la milenaria religión de Egipto aunque,
geográficamente, estemos en esa misma zona… Nos referimos más bien a la
última carta que sacaron de la manga los “4 Jinetes del Apocalipsis” –EE.UU., Reino Unido, Unión Europea, Israel – para atemorizar y aterrar a las naciones occidentales.
Supuestamente, “ISIS” significa en inglés “Islamic State of Iraq and
Syria” (“Estado Islámico de Irak y Siria”): una organización de dementes
surgida de la nada, que hoy acapara los grandes titulares de la prensa
occidental con sus sangrientas escenas reminiscentes de trillados
thrillers hollywoodenses en los que la realidad y la ficción se
confunden para distraer, confundir y engañar a las masas crédulas.
Antes de abril de este año, casi nadie había escuchado hablar de
ISIS… ni de ninguna otra alta deidad del panteón egipcio. Y si Egipto
aparecía en las noticias, era mayormente por las continuas luchas
sociales y políticas ingenierizados desde afuera debido a que los
egipcios parecían no comprender cuál era “el tipo de democracia que
nosotros queremos ver…” según explicara en marzo 2011 la entonces
secretaria de estado Hilary Clinton.
Contando con financiación de decenas de miles de millones de dólares,
combatientes yihadistas bien armados y entrenados, y conducido por
Abu-Bakr-al-Baghdadi, su carismático e indómito líder de negras
vestimentas reminiscentes de Darth Vader, ISIS nació con armadura y
armas igual que Pallas Atenea, la diosa griega de la guerra que también
nació completa de la cabeza del propio Zeus.
La pregunta es si ISIS y sus líderes sedientos de sangre tienen en
mente los intereses y deseos de los musulmanes sunitas por quienes dicen
combatir. ¿Será que nuevamente hay “alguien” agazapado en la oscuridad
aprovechándose de los genuinos conflictos políticos, sociales y
religiosos de los sunitas (y también de los chiitas) en todo Medio
Oriente, desviándolos en provecho propio y arrojándolos contra un duro
muro de violencia y muerte?
¿Es ISIS la versión 2.1 de la “Primavera Árabe”? Una versión
potenciada que ingenieriza desde afuera el caos político y social entre
grupos étnicos y políticos específicos, para así lograr los objetivos de
las grandes potencias con innegables intereses en Medio Oriente? Y no
nos referimos tan sólo al petróleo, sino también al posicionamiento
geopolítico como preparativo para lanzas venideras guerras contra Rusia,
Irán y otras naciones.
Dime tu nombre y te diré quién eres… ISIS es uno de los nombres –o debiéramos decir, “marcas”– con la que
es conocido este muy temido grupo terrorista. En verdad, “ISIS”
pareciera ser el nombre de un “prototipo”, por así decirlo, emanado de
los laboratorios de guerra psicológica de la CIA, el MI6 y Mossad o, más
probablemente, de los bancos de cerebros de acción psicológica que los
apoya desde lejos: ¿El Instituto Tavistock de Londres? ¿El Consejo de
Relaciones Exteriores de Nueva York? ¿Incluso, la más globalizada
Comisión Trilateral?
Pues “ISIS” viene transitando una serie de extraños cambios de
nombre, todos tan rápidos como su repentino e inesperado surgimiento;
casi de la nada. Los nombres bajo los que opera a veces se superponen
entre sí en los grandes medios occidentales que se refieren a este grupo
no sólo como “ISIS”, sino también como “EIL” -Estado Islámico en el
Levante– que resulta más ambicioso en sus pretensiones territoriales,
abarcando todo el Medio Oriente y no tan solo Siria e Irak.
Luego de superar esta inicial “crisis de identidad” la organización
se decidió por un nombre más corto y atractivo; más directo al grano:
“Estado Islámico” (EI). ¡Cuán conveniente para la “Guerra Global Contra
el Terrorismo” librada por las Potencias Occidentales! Pues “Estado Islámico” sataniza a todo el Islam.
¡Casi no puede hallarse un ejemplo más brutal y burdo de satanizar e
insultar a toda un religión, que de esta manera queda asociada a un
grupo que comete espantosos asesinatos, decapitaciones, bombardeos,
ejecuciones en masa y violencia irracional, todo perpetrado por el
“Estado Islámico”. Debe ser el caso de discriminación religiosa más
desfachatado jamás visto…
También nos enteramos que “EI” habría decapitado a una docena de
occidentales, filmando las extrañas “ejecuciones” de sus víctimas en
“alguna parte del desierto”, vestidos de anaranjado como los prisioneros
de Guantánamo: el corresponsal norteamericano Jim Foley, el ex oficial
de la Fuerza Aérea inglesa David Hume, el periodista
estadounidense-israelí Steven Sotloff, el trabajador social británico
Alan Hennig, el alpinista francés Hervé Goudel, y más recientemente otro
estadounidense: Peter Kassig. “EI” también filmó con profesionalidad la
supuesta ejecución masiva de 18 soldados sirios uniformados… En todos
estos videos vemos a sus víctimas insólitamente calmos hasta sus últimos
estertores chorreando sangre; algunos incluso dirigen vehementes
discursos anti-norteamericanos segundos antes de ser “degollados”. A uno
todo esto lo deja pensando…
Si todo suena extraño, lo siguiente es aún más raro: por alguna
inexplicable razón, Estado Islámico NO ataca a aliados de EEUU en Medio
Oriente como Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y
Baréin. Aún más raro es el hecho que “EI” no ataca a Israel que la vasta
mayoría de los árabes considera su mayor enemigo regional;
“Estado Islámico” ni siquiera aprovechó los meses de julio y agosto
en que Israel estaba muy ocupada bombardeando y destruyendo Gaza
mientras su prestigio global descendió a niveles bajo cero. ¿No hubiera
sido esa la oportunidad ideal para que “EI” utilizara todo ese vasto
poderío militar para golpear muy duro a Israel? Aunque más no sea por
solidaridad con el martirizado pueblo palestino? Pero no… Por alguna
extraña inatención política, “EI” se pasó esos dos meses mirando para
otro lado…
O sea: aquí tenemos a ISIS / EIL / EI asesinando a incontables miles
de iraquíes, sirios, kurdos, cristianos, chiitas de distintas
nacionalidades, mientras que jamás le toca un pelo a Israel ni a los
intereses nacionales o internacionales de Estados Unidos y Europa, fuera
del “degüello” de un puñado de rehenes.
¡Qué casualidad! ¡Lo que acabamos de describir son más o menos los
mismos enemigos y amigos de los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis” que
actualmente libran su Mega-Guerra Global contra el Terrorismo! Me pregunto si la estrategia geopolítica de “Estado Islámico” no
estará siendo diseñada por algún equipo muy discreto dentro del
Pentágono o del Departamento de Estado en Washington…
Fíjense que, luego de que Rusia frenara a Obama en Siria en
septiembre del año pasado, los neoconservadores sionistas – que siempre
tienen la última palabra en ese gigante con pies de barro que se llama
Estados Unidos de Norte América -no pudieron salirse con la suya de
bombardear a Siria tal como hicieron en Irak, Libia, Afganistán y en
partes de Pakistán.
Entonces apareció el “Estado Islámico” dándole a EEUU servido en
bandeja de plata la “excusa perfecta” para bombardear a Siria, volver a
bombardear a Irak, y alistarse para librar “una guerra de muchos años”
como acaba de declarar el secretario de defensa Chuck Hagel.
Naturalmente, Estado Islámico no puede hacer esto solo. Cuenta con un
poco de ayuda de sus amigos en la prensa occidental, que azuzan un
ambiente de guerra generando miedo, terror y pánico al peor mejor
(¡peor!) estilo de la prensa amarilla de Randolph Hearst.
Mirando a algunos de esos videos de decapitaciones, parece percibirse
la huella de algún equipo clandestino de producción hollywoodense.
Después de todo, ese desierto terriblemente soleado donde se llevan a
cabo las sangrientas decapitaciones puede que efectivamente sea “en
alguna parte de Arabia”, o también puede que sea “en las afueras de Los
Ángeles, California”. Pasemos las páginas de la historia más lentamente, por favor…
¿Cómo fue posible que esta organización cruel y violenta pudiera tan
fácil y repentinamente adueñarse de enormes extensiones de Medio
Oriente, contando con tantos asesinos “voluntarios” europeos que hoy
luchan codo-a-codo con los “combatientes por la libertad” en Siria de
ayer? …Y todo bajo la bandera negra del insólito Darth Vader musulmán…
¿Será ISIS/EIL/EI la primera organización mega-terrorista lanzada al
mercado “llave en mano” diseñada, controlada, armada, entrenada y
copiosamente financiada, que incluye un módulo especial de
posicionamiento mediático “sangriento y espeluznante”? Quizás la
perversa crueldad, locura y sed sanguinaria del Estado Islámico refleje
algún “valor agregado” corporativo de la Consultora Blackwater o alguna
de sus afiliadas…
En el año 2002, el periódico israelí ‘Haaretz’ publicó un artículo
interesante justo en momentos en que los países occidentales se
alistaban a presenciar la Primera Temporada de esa superproducción,
“Guerra Global contra el Terrorismo”, en la que los “buenos” –EE.UU.,
Reino Unido, Unión Europea e Israel– libraban una batalla a muerte
contra los “malos” de Al-Qaeda, Osama bin Laden, el Afganistán de los
Talibanes y el Irak de Saddam.
En ese artículo publicado el 27 de junio de 2002, http://www.haaretz.com/print-edi…/…/the-cult-of-isis-1.41131
su autor Amir Oren usó el mismo título que usamos hoy: “The Cult of
ISIS” –el Culto de Isis– en momentos en que ese nombre no significaba
nada en términos políticos. Su autor señalaba entonces que “un sobrino
del fallecido filósofo Isaías Berlín y un bisnieto de un famoso general
de Berlín se encontraron ayer en Bruselas para hablar sobre las amenazas
en común a las que se enfrentan Israel, Alemania y los otros 18 países
de la OTAN… El sobrino es Efraim Halevy, jefe del Mossad, la agencia
israelí de espionaje o, como se la presenta usualmente en inglés, el
jefe de ISIS (Israel Secret Intelligence Service –Servicio Secreto de
Inteligencia Israelí). SIS es a su vez el nombre oficial del MI6, la
versión británica del Mossad; Halevy nació en Gran Bretaña y vino a
Israel en su juventud…” (el resaltado es nuestro). Más de doce años
después, la Guerra contra el terror ha transitado por enormes
transformaciones, transmutaciones, y cambios. Sus mentores la han
reinventado tantas veces que hoy se ha transformado en un proceso
“creativo” permanente y sin solución de continuidad.
El terror global hoy abarca nuevos enemigos, nuevos grupos
terroristas, nuevas pandemias, nuevas tácticas y estrategias para
aterrorizar, nuevas “alertas de ataque terrorista”, nuevos “estados
transgresores”, todo convenientemente ingenierizado, administrado y
consolidado dentro de un vasto continuum planetario, por los poderosos y
sumisos multimedios de prensa occidentales, presidentes occidentales, y
primeros ministros occidentales.
Sus nuevas agendas requieren de nuevos enemigos. El Al-Qaeda de ayer
es el “Estado Islámico” de hoy; y seguramente en estos precisos momentos
algún nerd se encuentre trabajando desde algún poderoso banco de
cerebros diseñando los venideros enemigos del 2015, 2020 y 2030. Igual
que hacen los diseñadores de automóviles que diseñan estilos, promueven
gustos y planifican la obsolescencia para generar grandes
dividendos….tanto económicos como geopolíticos…
De esta manera, la opinión pública mundial es zamarreada en forma
alocada. Se trate de Armas de Destrucción Masiva de Irak, o la amenaza
de Al-Qaeda de volar más rascacielos desde su sede en una cueva de
Afganistán (¿se acuerdan?), o Siria envenenando a su propia población
con un arma química saudita (!), o las bombas atómicas iraníes listas
para disparar, o las pandemias de ébola, gripe aviaria y gripe porcina, o
el Ántrax, o el gran Panda Chino y el aún más grande Oso Ruso… Este torbellino es como tratar de leer los carteles del camino
viajando a 200 millas por hora… Todo aparece borroso, alocado y nos
marea…
Bajemos entonces la velocidad, tomémonos un descanso, miremos a
nuestro alrededor y respiremos aire fresco (mental) así podemos ver las
cosas tal cual son, y no como quieren hacernos creer estos demenciales
“líderes mundiales” que como Mad Max a velocidad mortal pretenden
estrellarnos a todos.
Finalmente, en estos tiempos terribles que vivimos tampoco estará de
más dedicar algunos minutos a la oración, sea cual sea el Dios o la
Diosa en que cada uno crea.
Hasta deberíamos pedirle ayuda y protección para la humanidad a la
Diosa Madre, ISIS (la verdadera; no la versión plástica inventada por
CIA-MI6-Mossad).
*Adrián Salbuchi analista político, autor, conductor del programa de
televisión “Segunda República” por el Canal TLV1 de Argentina.
Extraído de: Adversario Metapolítico
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