Por Francisco José Fernández
El patriotismo social, la
nacionalización de la izquierda, y la socialización de la poca juventud
inquieta de extrema derecha, es la misión histórica que el movimiento
revolucionario debe desempeñar. La adopción parcial del vocabulario y espíritu
izquierdista, la introducción en la misma del fanatismo nacionalista como meta
única para lograr la justicia social y la elevación del alma popular, fue desde
el origen más remoto nacionalrevolucionario nuestra principal labor. Sólo desde
un combate radical y violento, tanto en la idea como en el gesto, y en la
aplicación de la misma, que machaque de forma absoluta a la élite organizada de
la extrema izquierda, se puede optar por una solución realista a la actual
situación de la causa revolucionaria nacionalista.
La izquierda, anulada
organizativamente, anticuada, repleta de tópicos sobre cualquier tema (la
imagen del fascista por ejemplo, un niño bien y burguesito con cazadora y
brillantina, que cadena en mano saltará sobre el pobre obrero, al grito de
Franco, Franco), poseída de un maniqueismo estúpido e infantil, incapaz de
presentarse como vanguardia de un proceso revolucionario (1), y encerrada en
grupúsculos, que aunque más numerosos y mejor organizados que los nuestros, son
claustros irreconciliables en una medida muy superior a la de los
nacionalrevolucionarios. Esta izquierda se nos muestra por primera vez desde
1975, indefensa ante una táctica decidida y audaz, ante el activismo militante
ejercido de forma constante, y la introducción en sus filas de nuestras nuevas
ideas a través de slogans y propagandas inteligentes e innovadoras. Es la
izquierda actual, una izquierda proclive al desastre, enferma del corazón
político, el encargado de bombear sangre nueva a su cerebro, su élite. Sólo le
queda un órgano precariamente sano y en difícil equilibrio a este cuerpo social
enfermo, el sindical. A duras penas éste, y de forma artificial y débil,
consigue mantener una proyección social verdadera y vertebrada, que no llega a
ser sombra de lo que fue hace diez o doce años.
Esta izquierda desunida
ideológicamente, machacada e impotente en su motor electoral más cercano, el PCE.
Con su último cartucho mojado, Izquierda Unida, y cayendo en el caudillismo, el
mesianismo, el dictador (en el sentido original clásico de la palabra), en el
salvador. Un salvador con las manos atadas por el aparato burocrático, pesado y
reaccionario del partido comunista. Su adlátere del PCPE de Gallego, bajo la
égida soviética, hijo de un imperialismo chillón y deslucido que a nadie
engaña, si no es al que no quiere ver. Y un Carrillo "vieja gloria
jubilada", del que todos huyen y reniegan. ¿Qué puede hacer esta izquierda
paralítica, vieja y eunocoide, salida de las catacumbas y con sabor a años
treinta o sesenta según el caso? ¿Es la hora de cargar de forma inteligente
contra el marxismo y sus estructuras? ¿O quizá nos equivocamos y debemos perder
el tiempo contando batallitas y jugando al "tú la llevas", dejándoles
tiempo para que se recuperen y ganen de nuevo la calle? Creemos que se nos
ofrece una oportunidad de oro como quizá no se repita en mucho tiempo de ganar
el campo revolucionario a la reacción marxista. Es el momento de asestarles un
golpe del cual no se recuperen.
El único camino para nosotros en
esta misión, es la acción inteligente, audaz, rápida y sorpresiva. Es el golpear
mejor y más fuerte en los mismos puntos, y en el colmo de la audacia para
ellos, y ante su asombro, no crear organizaciones, sindicatos o comités
paralelos. Muy al contrario, ellos tienen la tradición, la organización, la
reputación, y ciertamente fama. Combatámosles dentro y arrebatémosles su dirección.
¿Para qué crear un comité de solidaridad con la causa árabe, si ya existe uno
reconocido por los mismos árabes?, hagámoslo nuestro, la causa antisionista
siempre fue nuestra causa, es una verdadera vergüenza que hoy no seamos su
vanguardia. ¿Para qué nuevos comités anti-OTAN?, ¿esa supuesta defensa de la
independencia europea no es una sincera fe nacionalrevolucionaria?, luchemos
pues dentro de los comités. ¿No son los llamados sindicatos mayoritarios, los
que canalizan la práctica totalidad de la protesta obrera contra el sistema,
hasta dejarla en vía muerta? Bien, hagamos que nuestra voz dentro de esos
sindicatos, sea la voz de los obreros en defensa de sus intereses frente a los
funcionarios sindicales y los esquiroles marxistas, frente a la patronal,
frente a este juego en el que unos y otros se burlan de nosotros los obreros.
Creo que a poco que cualquiera se
deje de mirar el ombligo y mire más allá, todo esto le parecerá lógico y evidente.
Pero parece no ser así, y aun pronto, más vale aclarar las cosas y explicar
algo que pocos han entendido. Este es el significado de "Barricada de
Octubre", una articulación del movimiento revolucionario nacional, para
volcar a éste sobre la izquierda y ganarle el campo popular y obrero, la vanguardia
revolucionaria, la calle. Un periódico que ha circulado durante febrero y marzo
con comodidad y soltura entre la izquierda más extrema. Por supuesto este
número es imposible de introducir, pues este tipo de aclaraciones no son las
más adecuadas para los ojos comunistas o anarquistas.
"Toda novedad auténtica
está condenada por radical designio, a no ser comprendida. Es el caso de las juventudes
cuando acometen la creación de nuevos estilos de vitalidad. Los años mozos son
envidiables, no por lo que en ellos se haga, sino precisamente por lo
contrario: por lo que en ellos deja de hacerse. Esa posible desviación, esa
convergencia de rutas desatendidas (solicitaciones fracasadas del exterior), otorgan
a la vida joven los máximos rangos. El joven goza, cada minuto, de ese peculiar
sentido, atrofiado en la madurez, que se nutre de renunciar a unos valores para
conquistar otros. Acontece, en momentos de crisis para una cultura, que las
preferencias de las almas jóvenes difieren de las que tendrían sus padres ante
los mismos inminentes compromisos. He aquí la eterna disconformidad de las
generaciones. Esas generaciones terminales, que proporcionan al joven, por lo
menos una enseñanza: la de volver la espalda a sus emblemas".
"Juventud e
impresionismo" Ramiro Ledesma, publicado en "Atlántico", agosto
de 1929.
Queda claro con este texto cual
es una verdadera actitud joven y cual no lo es. Ahora bien, pocas personas y
organizaciones han sabido auparse por encima de unas fotos o un lenguaje,
saltarse sus prejuicios para descubrir las ideas revolucionarias de siempre
arropadas sencillamente con un aspecto distinto ¿Acaso son tan difíciles de
reconocer por todos los camaradas, de los que bastantes han entregado mucho por
esta misma causa? ¿La gente no está en esto por unas ideas, unos valores?
¿Habrá una parte para la cual esto no sea más que un hobby? Es triste vernos
así, sumidos TODOS en la ineficacia, en la anécdota festiva y multicolor de un
pueblo para el que no somos ni significamos nada. ¿Tan cómodo es, decir que el
FSJ ha cambiado de ideología para así, descalificar un potencial
"peligro"? ¿Tan fácil creen algunos pequeñitos y cortitos cerebritos,
que es cambiar la chaqueta para personas que la tienen raída de tanto usarla
por bandera? No esperamos despertar conciencias que no existen, solo expreso la
infinita amargura de vivir en una época de necios, de niñatos estúpidos que
pretenden vivir una batallita falsa de Sven Hassel, con aires pos, de los
viejos babosos que creen que cualquier día les van a anunciar la fundación de
"la Falange" por TVE. Ahora resulta que tras diez años de lucha y en
opinión de dos señoras vestidas de pieles, somos sencillamente y sin más
explicación "comunistas". Por suerte para nosotros, solo ha llegado a
pensarlo la extrema derecha y mentes un tanto obnubiladas. Si luchar de un modo
inteligente significa ser "comunista", pues seremos
"comunistas". Pero tened cuidado no sea que los
"comunistas" allá donde estén, y ya somos muchos, después de pisotear
al marxismo y plantar cara a la derecha, esa derecha porcina, estúpida y travestida,
os hagan una revolución y, ¡horror!, acaben con vuestro hobby y vuestro club social.
No pretendemos en cualquier caso
la exclusiva de la habilidad en el manejo de la táctica a seguir, o en la construcción
del partido que una (unidad en la diversidad) a todos los revolucionarios de
cualquier tendencia. Pero si creemos hallarnos en la vanguardia de la realidad
táctica y estratégica. Y si alguien cree que no es así, tiene la obligación de
explicar porqué y ofrecer un cómo, y así facilitar la corrección de una parte
de ese partido que obligatoriamente debe nacer, y que será construido por todos
o no será, aquí ya no caben las "renovaciones", sólo caben las
propuestas concretas de lucha, acción y coordinación para fines claros y
específicos, y si no es así, ¡callaros! No volváis a sacar a la luz un sólo
ejemplar de lo que sea que publiquéis, no volváis a escribir a nadie, dad de
baja vuestro apartado de correos y perdeos, pero no molestéis. Si no sabes ser
tú (caso de los primero números de "Despierta Camarada") o no tienes
realmente, sinceramente, nada lo suficientemente importante o distinto al resto
que aportar, crea la unidad. No inventéis o mantengáis unas falsas siglas, no
sostengáis una publicación pobre, colabora, distribuye, intégrate. Todo es
válido, cualquiera de las estructuras actuales de átomos enanos de aprendices
de sección de célula de partido sin ninguna razón, sentido o futuro.
Es curioso observar como el
movimiento NR, ha sabido configurar una personalidad propia. Ha dado una solución
válida a una cantidad de problemas. Y ha sabido reconocerse a sí mismo,
diferenciándose cada vez más de las Fuerzas Reaccionarias y Trasnochadas. Ahora
bien, se enfrentan en estos momentos con una segunda fase de su evolución. Que
condiciona de forma total sus posibilidades de convertirse en una fuerza política
con peso en la sociedad. Tras reconocer y ajustar su patrimonio ideológico se
hallan todavía problemas sin resolver, la creación de un plan de acción
sistemático, la fijación de un objetivo claro y concreto para ese plan, o sea,
una estrategia y una táctica a su servicio. Y algo de lo que, creo, y quiero reconocer
síntomas de avance en su consecución, la articulación de todos los elementos
nacionalistas revolucionarios (o así autodefinidos) en una sola organización,
paso previo obligatorio a las anteriores cuestiones. Este avance se puede
constatar en:
- La aportación enriquecedora de
Mundo NS y su influencia en nuestro medio.
- La aglutinación de un conjunto
de editoriales, revistas y colectivos de diversos lugares alrededor de una nueva
publicación promocionada por "La Alcantarilla" y el resto de la
"movida barcelonesa".
- La gran extensión
geográfica y gran poder innovador del MAS.
- El crecimiento territorial y
progreso ideológico (lento) de la asociación Vanguardia, así como el embrión de
una organización pro-presos.
- La influencia positiva de las
BBAA en el conjunto del mundo NR como rompedoras de prejuicios e inmovilismos.
- La cada vez mayor relación,
colaboración o seguidismo, o como poco interés (según el caso) de las asociaciones
de tipo más clásico: Círculo Juvenil Alternativo, Tercer Frente, La Conquista
del Estado, etc.
- La escasa multiplicidad
grupuscular y alta capacitación ideológica que existe en Asturias: VNR, GTP,
etc.
- Y la elaboración y
planteamiento de una táctica clara, eficaz y realista al resto de unas
organizaciones por parte del FSJ, a través de BARRICADA DE OCTUBRE.
Aquí se hallan recogidos los
focos principales (sin menospreciar a nadie) de la actividad (no de la existencia)
revolucionaria en España. En ellos se distinguen tres grupos; los que se
consideran a sí mismos herederos de las desaparecidas FFNN, los que son algo
totalmente nuevo y antagónico a lo que fueron las mismas y los que partiendo
desde una mayor o menor cercanía a éstas, han evolucionado y ya se sitúan lejos
de lo que supusieron.
En cualquier caso la organización
de dos corrientes (salvando con buena voluntad las diferencias), y la formación
con ambas de un sólo bloque y programa, se alza como la única solución al
difícil problema de la unidad. Si la coalición funciona, es que funciona el
debate interno, funciona el respeto al libre desarrollo de cada cultura del
Estado, funciona una estructura federal y funciona un sistema representativo de
todas las fuerzas coaligadas. Todo este esfuerzo de confianza y coherencia
política por parte de todos, es inevitable que dé resultados a medio plazo.
Para llegar a este punto basta que usemos el diálogo y la convicción de que la
unidad activa debe ser lograda por encima de todos y de todo. Ya es hora de
dejar de crecer en lo pequeño, para hacerlo en lo grande, dejar de crecer en la
montonera de sigla para MADURAR bajo el mismo arco unitario. Lógicamente esto
debe tener un fin a lograr, y éste sólo será posible si sabemos dar un carácter
creador e imaginativo, si sabemos ser expresión del sentir y de la voluntad de
todos los jóvenes, dejando de ser para el resto de la juventud a la que
pertenecemos una nueva apariencia de la antigua figura del "facha"
que todos hemos conocido.
No esperemos una acogida rodeada
del tañido de las campanas al vuelo, ni mucho menos, pero si queremos establecer
las primeras piedras sólidas en el camino unitario. Prueba de ello es que
bastantes de las asociaciones citadas, ya han sido invitadas a sentarse en una
misma mesa todos juntos, en pie de igualdad, sin absorciones, fusiones,
integraciones, ni ninguna otra forma lesiva para la independencia de cada cual,
un proyecto de cooperación y alianza, en el cual todas las partes deben ceder,
para ganar todos. Las personas han cambiado junto con los tiempos, las
actitudes algunos dicen que no, esperemos que se confundan.
"Acontece que la juventud
actual es recibida con suspicacia en todos los recintos. Existe un vago recelo
a sus iniciativas, porque se la sospecha víctima de un afán cósmico por
destruir valores. La vieja generación teme que los jóvenes destruyan sus
valores. Las morales nacientes no suelen respetar escrúpulos venerables. Porque
en ellas es siempre legítimo que si yo no poseo un valor, ni puedo conseguirlo,
me esfuerce en negar a ese valor toda vigencia. E implante los míos. No es éste
el caso de las juventudes actuales. No niegan los viejos valores. Por el
contrario, los reafirman y superan. El recelo, pues no tiene justificación.
Fuera de algunas voces aisladas de ineficaz propósito, en todas partes la nueva
juventud asimila los frutos antiguos".
Ramiro Ledesma Ramos
Con esto esperamos quede claro
que no tenemos afán destructor sobre ciertas formas e ideas pasadas, sólo que,
por la vía de la creatividad, son superadas. No es pues ésto motivo para
rechazar el proceso imprescindible de coalición integral, ni tan siquiera para
los sectores más tradicionales. La unidad revolucionaria es una exigencia
ética, política y personal, para enfrentar el futuro con eficacia.
¡POR UN BLOQUE POPULAR
REVOLUCIONARIO!
¡POR LA ACCIÓN EFICAZ OBRERA Y
COMBATIVA!
¡POR LA CONQUISTA DEL ESTADO
REVOLUCIONARIO NACIONAL!
Notas:
1.- Exceptuando el caso
abertzale, o sea un caso de subversión nacionalista, no marxista, pues ésta
ocupa un segundo plano.
Extraído de: Barricada de
Octubre, 2, primavera de 1988