Por José Alsina Calvés
Marine Le Pen calificó a la
victoria electoral de SYRIZA en Grecia como “una bofetada democrática a la UE”.
Que una supuesta dirigente “ultraderechista” aplauda la victoria de un supuesto
partido de “izquierda radical” es un hecho más a favor de la idea que del
intento de entender la realidad política a partir de la dicotomía
izquierda-derecha es algo absolutamente superado. Que el supuesto partido de
“izquierda radical” forme gobierno con Griegos Independientes (partido que
según los parámetros convencionales seria de “ultraderecha”) es otro dato a
tener en cuenta.
¿Qué ha pasado en Grecia? Para
entenderlo hay que olvidarse de estos esquemas caducos izquierda-derecha.
Durante años de gobiernos de los partidos sistémicos PASOK y Nueva Democracia
(nuestro PSOE y nuestro PP) la corrupción, el despilfarro, el nepotismo y la
incapacidad sumieron a Grecia en una gran crisis económica. La oligarquía vio
la salvación entrando a la UE con las cuentas falseadas. Los dirigentes de la
UE sabían que las cuentas estaban falseadas, pero les interesaba mucho la
entrada de Grecia por razones geopolíticas.
Luego vienen los rescates ¿Qué es un rescate? La UE inyecta dinero a
Grecia, pero este dinero sirve solamente para pagar la deuda, y, naturalmente,
generar más deuda. Pero el rescate va acompañado de medidas
políticas (son las eufemísticas “reformas estructurales”): bajada de salarios,
recortes de pensiones, despidos de funcionarios, fin de las negociaciones
colectivas en las empresas. Conjunto de medidas que sumen a la población en la
miseria y que impiden la recuperación de la economía. Al no recuperarse la
economía es imposible pagar la deuda, y hace falta un nuevo rescate, que,
naturalmente, va acompañado de más “reformas estructurales” que crean aún más
miseria.
Frente a esto caben tres posturas:
La sumisión absoluta a
los dictados de la UE, el BCE y el FMI. Esto es lo que defienden PASOK, Nueva
Democracia y el Partido Comunista Griego.
La rebeldía moderada:
tratar de permanecer en la UE pero con un tratado digno, que permita la
recuperación económica y respete la soberanía nacional. Es la posición del
gobierno griego.
Salir de la UE y del euro,
volver a la moneda propia y aproximarse a Rusia. Esta es la posición de Aurora
Dorada, tercer partido del país, demonizado como neonazi (no es tal, es un
partido nacionalista radical, con un programa anticapitalista, proteccionista y
antiinmigración) del curiosamente nunca hablan los medios de comunicación.
La amplia victoria del NO en el referéndum
es un triunfo compartido de estas dos últimas posturas. En cualquier caso es
una bofetada a la troika y a su prepotencia. La futura negociación dirá si es
posible para Grecia permanecer en la UE en condiciones dignas (yo no lo creo) o
se impone su salida.
En cualquier caso Grecia nos ha dado una lección de dignidad a
todos los pueblos de Europa, especialmente a los del Sur. En España, en otros
tiempos, preferíamos “honra sin barcos que barcos sin honra”. De seguir en la
UE es posible que nos quedemos sin barcos y sin honra.
Si no al tiempo
Si no al tiempo
Extraído de: Tribuna de Europa
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