Por Dominique Venner
Cero más cero siempre da cero. La
suma de los mitómanos, los conspiradores, los nostálgicos, los arribistas, los “nacionales”,
no dará nunca una fuerza coherente. Conservar la esperanza de unir a los
incapaces, es perseverar en el error. Aquellos posibles elementos de valor
están paralizados por los excéntricos que los rodean. El juicio popular no se
engaña nunca. Así hacen un mal considerable al nacionalismo con el que son
frecuentemente confundidos. Hacen huir a los elementos sanos y secan todo
reclutamiento de calidad.
Con ellos no se trata de unirse. Hace
falta, por el contrario, proclamar las diferencias fundamentales que los
separan del Nacionalismo. Los excéntricos deben ser implacablemente separados.
Sólo con esta condición será posible atraer nuevos elementos, miembros
eficaces.
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