domingo, 14 de diciembre de 2014

EL PATRIOTISMO: ARMA DE DOBLE FILO

 Por Javier Morillas 

No cabe duda de que el patriotismo, entendido como sentimiento de solidaridad de unos hombres con otros, de unos pueblos con otros, es capaz de movilizar a estos mismos hombres en una acción conjunta de una potencia increible contra todo aquello que ataque esta unión solidaria, tanto desde fuera como desde dentro. Precisamente por esto creemos que ningún planteamiento revolucionario puede pasar por alto este elemento de movilización popular de una importancia primordial tal como la historia se encarga de demostrar (Cuba, China, Vietnam).

Sin embargo, el patriotismo, como prácticamente cualquier otra cosa de este mundo, es un arma de doble filo que puede ser utilizada como medio para la perpetuación de la injusticia tanto como instrumento de liberación ante esta misma explotación. Pero, sea de una forma o de otra, es un elemento de una importancia fundamental en cualquier planteamiento estratégico.

EL PATRIOTISMO DESDE LA DERECHA 

Desde la derecha este sentimiento de solidaridad ha sido utilizado para ayudar al mantenimiento de la injusticia y de la opresión. El "bien de España", identificado con el bien de la clase dominante, ha servido para acallar la lucha del pueblo, para reprimir huelgas, para apretarnos el cinturón y hasta para exigir nuestras vidas en guerras que en muchas ocasiones nada tenían que ver con el interés de la comunidad nacional y sí con el beneficio de la oligarquía en el poder. 

Pero si esto ha sido así en multitud de ocasiones ha sido porque precisamente la derecha ha sido consciente desde el primer momento de la importancia del patriotismo dentro del contexto social. Por esto ha intentado siempre monopolizarlo para conseguir una doble finalidad: por un lado, ocultar la opresión y la injusticia bajo el nombre del supremo "interés nacional" y, por otro, esterilizarlo para evitar su uso por organizaciones revolucionarias que -partiendo de la identificación del interés nacional con el interés y bienestar de los hombres y pueblos que lo componen utilizaran el patriotismo como un valor revolucionario para desbancar al capitalismo y a todo tipo de explotación de unos sobre otros.

LA OPCIÓN REVOLUCIONARIA

El patriotismo es un valor revolucionario porque en cada momento lleva implícito, junto a este sentimiento de solidaridad, otro muy claro de independencia nacional. Este impulsa a las naciones dependientes al anticapitalismo, puesto que bajo el capitalismo no hay independencia posible, sino aumento de la dependencia cultural, económica y tecnológica (la condena al subdesarrollo permanente).

Por supuesto, no podemos confundir la independencia con la insolidaridad en ningún momento. La independencia se basa en el principio del derecho de toda comunidad al autogobierno en los asuntos de su competencia interna. La insolidaridad es el predominio del egoísmo e interés particular de una comunidad en las relaciones con los demás. La insolidaridad dentro de las relaciones internacionales da lugar al imperialismo capitalista y la independencia a la lucha contra ese mismo imperialismo.

 El carácter nefasto del imperialismo es evidente, se mire desde donde se mire: provoca la castración cultural de los pueblos, la exportación de plusvalías del trabajo nacional y el analfabetismo tecnológico.  La mera aplicación de tecnología americana -con fuerte utilización de capital y poca mano de obra- da lugar, al aplicarse a un país como España -con más mano de obra que capital-, a fuertes desequilibrios económicos. 

Frente a esta colonialización castrante contra el capitalismo, el patriotismo es una verdadera y mortal arma revolucionaria.

Texto sacado del libro "Una brecha para la revolución en España"
Leído en: Junta Sindicalista

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