miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL VIRUS DE LA MINORÍA

Por Ernst Jünger


Vamos a contentarnos con la sospecha de que en una ciudad de diez mil habitantes hay cien personas que están decididas a demoler la violencia. En una ciudad de un millón de habitantes viven diez mil "emboscados", esto representa un poder enorme. Basta para derribar incluso a tiranos muy poderosos, en tal situación resultará inquietante la disposición a la lucha de minorías minúsculas, sobre todo si han desarrollado una táctica.

De un hombre que vota "no" en unas, así llamadas "elecciones en favor de la paz" cabrá aguardar que ofrezca oposición en cualesquiera circunstancias y de modo especial cuando pasan apuros los dueños de la violencia. En cambio, no existe en absoluto la misma seguridad de que se mantenga el aplauso de los otros noventa y nueve si las cosas empiezan a tambalearse. En tales circunstancias la minoría se asemeja a un virus que causa un efecto enorme, imposible de calcular, y que impregna la totalidad del Estado.

De su libro La Emboscadura
Extraído de: Bandera Negra

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