miércoles, 7 de enero de 2015

EL ISLAM NO ES EL PROBLEMA

Por Álvaro Astray

Soldado musulmán defiende una Iglesia de los ataques del ISIS en Siria

Tras los últimos acontecimientos en Francia y España, donde han tenido lugar amenazas de bombas y un asalto islamista con fusiles a la sede de un semanario (1),  comienza a desatarse una ola de anti-islamismo por Europa, criminalizando a todos los fieles musulmanes. La pregunta es clara, ¿quién sale beneficiado con esta criminalización? En primer lugar el los nacionalistas islamófobos, aquellos que por oponerse a la islamización de Europa se venden a otras potencias extranjeras.

El otro gran beneficiado es el atlantismo. Gracias a esta criminalización puede tener a la opinión pública de su parte para acabar con “el enemigo musulmán”. Y esto lo usaran para acabar con su instrumento en Oriente Medio, el ISIS, como para acabar con regímenes incómodos para su poder, como la Siria baasista o la República Islámica de Irán. Los europeos con conciencia crítica debemos plantearnos varias cuestiones. La primera es saber diferenciar entre las ramas del islam, para evitar ser engañados.

La mayoría de suníes y chiitas –incluida las ramas esotéricas como el sufismo-, practican su religión con fe, sin imponerla al resto, y respetando a las distintas creencias. Un ejemplo claro es el régimen sirio, donde creyentes musulmanes y cristianos conviven pacíficamente, y tras el ataque financiado por occidente a su país, lo defienden frente a las ratas salafistas. También tenemos al régimen chiita de Irán, que está ayudando a los cristianos atacados por el Estado Islámico (2). 

La secta wahabita, también conocidos como salafistas o takfiríes, es la que nos debe preocupar. Esta secta es muy popular en Arabia Saudí, al estar muy ligada a su familia real. Tras el descubrimiento de petróleo en 1938 en su territorio, ha dedicado mucho dinero a difundir su mensaje. Entre su interpretación rigurosa y falsa del Islam se encuentra la difusión de la yihad exterior, es decir, de conquistar territorios de infieles, incluidos los que ellos llaman falsos musulmanes y pasar por el cuchillo a todo el que se oponga. Las ramas principales del islam dan importancia solo a la yihad interior, que es un cambio espiritual con uno mismo.

Esta secta wahabita es la que financia la construcción de mega-mezquitas en Europa, y la que quiere la islamización de nuestro continente, y es contra la que hay que luchar. Sin embargo, el verdadero islam, el que se mantiene en sus fronteras es un fuerte aliado geopolítico y geoestratégico. Es un contrapeso al poder del atlantismo en la zona, y lo podemos ver claramente en Irán o Siria, ambas atacadas por el imperialismo de una u otra forma. También era un ejemplo la Iraq baasista o la Libia de Gadafi, ambos países convertidos en estados fallidos y nidos de terroristas tras la eliminación de sus gobiernos socialistas y nacionales.

Notas:

3 comentarios:

  1. El Islam en Europa si es un problema.

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  2. En la última frase de este breve pero interesante artículo dice: "También era un ejemplo la Iraq baasista o la Libia de Gadafi,..."

    Supongo que ahí hay un pequeño error, pues el gobierno laico de Iraq antes de derrocarlo y convertirlo en un atolladero era la Iraq de Sadam Hussein. creo recordar.

    Saludos.

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