martes, 14 de abril de 2015

EL POPULISMO EN ASCENSO Y SUS FORMAS

Por Santiago González

Si bien es cierto que el liberalismo ha supuesto un cambio para Europa y en general para el mundo entero, este podría darse como embrión de lo que algunos especialistas han denominado como ”el fin de la historia”, es decir: el triunfo del liberalismo perpetuo, sea mediante cualquiera de sus formas o variantes. 

Nos puede llamar la atención actualmente que en los últimos años los gobiernos de sudamérica se han tornado al ámbito de los llamados gobiernos ”populistas”(palabra que nadie sabe por qué, pero tiene unas inmediatas connotaciones negativas que a mi parecer son producto de la propaganda liberal). Posiblemente este término tenga actualmente un significado incierto para la mayoría de la población y convenga explicar qué es lo que encarna en el caso de los gobiernos ”libertadores” de sudamérica. Podemos definir el populismo haciendo una similitud de la política y el teatro, que es el ejemplo más clásico. En el teatro de la política tenemos una serie de protagonistas y personajes principales que en el último siglo hemos visto que dichos papeles teatrales se han dividido en dos corrientes: 

La corriente de lo que podemos llamar la ”democracia liberal” y la corriente populista. En al corriente de la democracia liberal el protagonista suele ser la misma democracia liberal aunque con un cambio de actores secundarios (izquierdas, derechas, centro, etc. pero siempre e imperativamente democracia). Por otro lado, tenemos los gobiernos populistas entre los que se incluyen gobiernos fascistas del ámbito histórico, que basan la estrategia en hacer del protagoista de dicha obra teatral al pueblo

Los gobiernos ”populistas” actuales de sudamérica vienen significando una proliferación conjunta de estas dos anteriores corrientes, pues a la vez que el pueblo es el principal actor, también lo es la democracia. La democracia como mito y sujeto de la misma democracia, intocable e inevitable. Quien pretende jugar fuera de esta en el mundo de la política y tener relvancia, debe usar la misma jerga pro-demócrata o de lo contrario su atención será nula o se dará como portador de una imagen áltamente negativa. 

Para concretar más las situaciones políticas de América latina convendría retroceder unos años en el tiempo y analizar las situaciones anteriores. Es conocido por todos el que ha triunfado como el presidente más humilde del mundo durante su mandato entre el año 2010-2015 José Mujica, ex-presidente de la República Oriental de Uruguay. Un ejemplo fantástico de populismo, una imagen campechana y cercana al pueblo; perfecto ejemplo de la fusión de fase avanzada de las dos corrientes anteriormente nombradas en el simil de ”el teatro de la política”. Podriamos distinguir en esta fusión de opciones una tercera que a partir de ahora llamaremos ”populismo democrático”. 

José Mujica es sucesor y predecesor del Dr.Tabaré Vázquez, actual presidente de la República Oriental de Uruguay (Que cabe resaltar que, al igual que su primer predecesor, Jorge Batlle y el predecesor de este, Julio Maria Sanguineti, son masones, o en el caso de Batlle, tuvo una gran influencia masónicas durante su mandato) y del mismo partido que el señor Mujica: el Frente Amplio. 

Al igual que en muchos casos de populismo democrático, anteriormente se daba un sistema bipartidista o de dominación bipartidista a lo largo de la historia del país. En este caso, el Partido Nacional y el Partido Colorado, así como en el caso de Bolivia con los partido del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento al Socialismo (MAS) o en Argentina con el Partido Justicialista y las diferentes ”Uniones Cívicas” que se han dado, e incluso podemos nombrar el caso de España aunque no sea un caso latinoamericano, con el Partido Popular (Anteriormente Alianza Popular) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que además es curioso que una vez los gobernantes de dichas naciones pertenecientes a estos partidos han agotado las opciones tradicionales y cansado a la población hasta la saciedad salga una tercera opción que encarna el populismo democrático, ya sea desde un tercer partido, o desde un candidato que se adueñe de la dialéctica populista democrática de uno de estos partidos tradicionales. 

Estas terceras opciones suelen servir o bien como anzuelo para las élites de la alta finanza internacional dando juego a la palabrería democrática y manteniendo al pueblo enamorado de la imagen del gobierno de la innovación, del gobierno ”del cambio” (o demás palabrería con falsas connotaciones revolucionarias o reformistas democráticas). Una vez el gobierno es el salvador, es ”el cambio” o simplemente rompe la estética tradicional de los gobiernos anteriores dando paso al populismo democrático y a una dialéctica pseudo-revolucionaria, entonces es cuando de manera definitiva, las élites de la alta finanza internacional –las mismas que dirigían y financiaban las anteriores opciones de los gobiernos tradicionales– tienen todo perfectamente atado, dado que el pueblo es manejado mediante estética falsamente vanguardista y cambiante mientras que el poder financiero que maneja todos los hilos sigue siendo el mismo. 

Próximo paso del populismo democrático: España.

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