lunes, 1 de julio de 2013

BAAZISMO (1944-1977)

Michel Aflak, ideólogo del Baaz.

En Siria encontraremos un caso curioso de nacionalismo-revolucionario auténtico y prácticamente «a la europea» que ha trocado el europeísmo por el panarabismo, las referencias a la tradición occidental por las dirigidas hacia el Islam, siendo igual sus posiciones en lo referente a la política social (verdadero socialismo frente a socialismo marxista, rechazo de los esquemas liberales y democráticos, etc.). El Partido Baasista fue fundado en Damasco en 1944, siendo inicialmente sólo un grupúsculo de intelectuales panarabistas. Prohibido en 1952 pactará con el Partido del Renacimiento Árabe logrando obtener 17 diputados en las elecciones de 1954. Dentro del parlamento sus diputados actuarán en un principio coaligados con los demás partidos izquierdistas, sin embargo, este idilio imposible durará poco. Los baasistas, cada vez adoptando posturas más visceralmente anticomunistas, votarán, junto con el Partido Nacional, partido mayoritario, la resolución por la que debería nacer la República Árabe Unida que apenas durará dos años. Más tarde, en las elecciones de diciembre de 1961 el partido conseguirá 24 escaños. En 1963 obtendrá el poder después de un golpe de fuerza, impulsando como resultado una nueva República Árabe Unida (sirio-egipcia-iraquí) que apenas durará 15 días. Con mayor o menor fortuna sus militantes y líderes políticos seguirán ostentando puestos clave en los sucesivos gobiernos sirios, hasta la fecha actual en la que el general Assad, antiguo ministro de la Defensa, accederá al poder en 1970. En las elecciones organizadas por Assad, elecciones más o menos democráticas, el Baas obtiene 111 escaños pasando a ser la formación con más amplia representación parlamentaria. A pesar de su peso político la cifra de sus militantes es excepcionalmente reducida (apenas 1.500).

Otros grupos baasistas existen en las diversas naciones árabes. A menudo actúan clandestinamente siendo proscritos por las autoridades locales. Sin duda alguna es en el Irak en donde poseen más fuerza aunque el partido se encuentra dividido en un ala derecha — preponderante— y un ala izquierdista. También en Túnez fue desarticulada en 1970 una conspiración baasista y otro tanto ocurre en Egipto. En el seno mismo de la «Organización para la Liberación de Palestina» los baasistas están representados en «Al-Saika» (aunque esta organización, segunda en importancia dentro de la resistencia palestina haya virado bastante a la izquierda). También en Jordania actúa de forma más o menos clandestina el Baas obstaculizando por todos los medios a la monarquía en la que ven personificados los intereses pro-americanos. Michel Aflak, el fundador e ideólogo del Baas, para terminar, nos describe en las páginas de su libro «Fi sabíl-al-Baas», la síntesis de su ideología. Dice Aflak:

«La Nación Árabe no es una pequeña nación sin importancia que deba alimentarse de las demás (nacionalismo panarabista)... Toda nación posee una fuerza motriz esencial, esta fuerza motriz fue en el momento de su aparición el Islam. Hoy es en torno al nacionalismo en donde los árabes deben encontrar su unidad (nacionalismo de liberación)... La doctrina marxista es un peligro para los árabes porque hace desaparecer su personalidad nacional (anticomunismo)... El socialismo del Baas es acorde perfectamente con la sociedad viviente de la Nación Árabe. Se limita a organizar la economía con vistas a la redistribución de la riqueza en el mundo árabe. Nuestro socialismo está impregnado de una filosofía que emana del medio árabe el cual tiene sus necesidades propias, sus condiciones históricas y sus particularidades. La filosofía del Baas no aprueba la concepción materialista de la filosofía comunista. Nuestro socialismo se apoya en el individuo y su libre personalidad (socialismo nacional anti-marxista)...»

Realmente pocos grupos nacional-revolucionarios han alcanzado en Europa un grado de síntesis ideológica al nivel del Baas sirio. Solamente los turbulentos acontecimientos del próximo oriente, unido a los intereses imperialistas han podido matizar y desfigurar un poco —sólo un poco— el carácter netamente neo-fascista de esta organización panárabe. No es raro, por tanto, que un militante belga de «Jeune Europe», Roger Coudroy, cayera bajo las balas israelíes al frente de un comando de «Al-Assiff», atraído a la guerrilla palestina a fin de conocer mejor a los baasistas cuyas ideas él compartía en Europa.

Extraído de "La Ofensiva Neo-Fascista" de Ernesto Cadena. Se puede consultar íntegramente online en: Scribd.

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