viernes, 30 de agosto de 2013

GEORGES SOREL SOBRE EL OPTIMISMO POLÍTICO

"El optimista, en política, es un hombre inconstante, hasta peligroso, porque no se percata de las grandes dificultades que ofrecen sus proyectos… Con harta frecuencia estima que unas pequeñas reformas realizadas en la constitución política, y sobre todo en el personal del gobierno, bastarían para orientar el movimiento social de manera que atenuase lo que el mundo contemporáneo ofrece de horrorosos a los ojos de las almas sensibles… El optimista pasa con notable facilidad, de la ira revolucionaria al más ridículo pacifismo social… Si es de temperamento exaltado y si, por desgracia, está provisto de un gran poder, que le permite realizar el ideal que se forjó para sí mismo, el optimista puede conducir a su país a las peores catástrofes… Durante el terror, los hombres que más sangre hicieron correr fueron aquellos que temían el más vivo deseo de que sus semejantes llegasen a gozar de la edad de oro con que ellos habían soñado, y que así mismo mayor preocupación tenían por las miserias humanas: optimistas, idealistas y sensibles, se mostraron tanto más inexorables cuanto mayor era su sed de felicidad universal."

Georges Sorel.

Extraído de: La Verdad Vencerá

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